Este antiguo método que se emplea en las medicinas tradicionales, tiene en China una larga historia que se remota a más 2000 años. Tradicionalmente, se aplican con calor ya que este ayuda a abrir los poros, y tiene un efecto desinflamatorio y analgésico, actualmente contamos con ventosas de succión por bomba en la cual se consigue el vacio succionando una pera de goma. El especialista quema un algodón humedecido con alcohol durante unos segundos dentro de la ventosa para lograr el vacio por la combustión del oxigeno. Una vez cálida, la ventosa  se adhiere a la piel ejerciendo una succión una suave  succión hacia el interior.

 

La aplicación de ventosas provoca: disminuir el dolor, relajación muscular, eliminación de factores patógenos externos sobre todo el frio y humedad, activa el flujo sanguíneo, estimula el metabolismo, regula el sistema nervioso, aumenta el sistema inmune, mejora los tendones y el estado de ánimo.